Señor
Presidente, permítame opinar sobre los acontecimientos que en este momento
ensucian al país., los cuales son carne mal oliente, y preferido manjar para
los buitres de las otras orillas.
Sienta
que este hedor satura a todos los predios sin excepción, y hasta los más santos
huelen a podredumbre importada.
Hay
un compromiso ineludible cuando se gestiona a una nación., porque al ser
investido se asume con juramento para hacer lo predecible, y también aquello
que no lo es en bien de logros que se
esperan en el más corto plazo. Es necesario Señor Presidente acciones aplicadas
para las reformas políticas e institucionales., como asimismo del trabajo, la
salud, de la macro región, de la educación, de la economía, de la vivienda, de
la energética, de los recursos marítimos, de las vías férreas de la costa, Sierra, selva, y sus
troncales., pero por sobretodo de la producción descentralizada necesaria y
vital para el crecimiento nacional.
Señor
Presidente, usted es un hombre de convicciones., un renombrado profesional que
ha caminado en la política con singular éxito., por esto se le avaló, y el
pueblo soberano le eligió y, espera paciente., pero tenga en cuenta que el tiempo
se acorta, y que lo realizado no cubre expectativas., entienda que se espera
mucho más de usted y su gabinete, al que
no lo presumimos de súper equipo., ellos como usted tienen su oficio
y su valor., pero no son moneditas de oro del más alto quilate.
Es
el caso Señor Presidente que ante el descomunal huaico de acontecimientos que a
niegan su precoz gestión, no se avizora al comandante que con el estandarte en
mano, y la espada en la otra, salga al frente para combatir con carácter esta
guerra de suciedades que envuelven al país y la región.
Es
momento de lavar la ropa, pero con el detergente de la verdad., de aclarar la
oscuridad que le ensombrece en este verano., de correr un punto más la correa y
ajustarse los pantalones., de poner muchas mayúsculas en su lugar., de
demostrar que no lo arrastraron los huaicos., que usted navega en las carabelas
de la honradez y la verdad.
Señor
Presidente, con el respeto que merece su investidura le pido que no se achique.,
usted es más grande que las ambiciones y
apetitos de las otras orillas., coja usted las herramientas que le da la Constitución,
y construya el camino que se requiere para llevarnos más allá de los sueños de
este pueblo que clama a gritos se le libre de
corruptos, de delincuencia, de abusos y apetitos de poder., pero
demuestre que usted y su maravilloso equipo están limpios e inmaculados.
UNIDOS PODEMOS.