martes, 20 de mayo de 2014

REINVENTARSE


PARA NO PRECIPITAR LA CAIDA

Con la aventura o los sueños de gobernar un país, una región o un municipio, se asumen totalmente las responsabilidades de gestion.

Por lo tanto es menester ser consciente de que el navegar en ellas; sera sobre aguas calientes, y no abra posibilidad de retroceder; sino de bogar con entereza, coraje y mucha inteligencia; sorteando el oleaje que pueda devenir como posible tormenta.

En la disyuntiva, de ser primerizo y neófito en esta lid, no se debe acopiar por convicción o por ignorancia; a la familia y el entorno amical para el soporte de la aventura.

Si a muchos se les invitan por necesidad, otros se sumaran por conveniencia; con el total se incrementara el tumulto, y se aglutinaran aparentemente los justos y necesarios para alcanzar objetivos y aligerar la carga. Pero no se deje bajo llaves el análisis sin desmenuzar del tumulto, porque la suma negativa tendrá  riesgos que perturbaran la ayuda  gestora, aventurando mareas y desbordes.

Las responsabilidades que genera un país; tienen un peso no imaginado, que muchas veces nublan la visión opacando hasta el horizonte mas cercano, ocasionando la mas  incipiente ceguera; que por mas previsor que se pueda ser, hay tropezones y caídas que desdicen y deslucen la fortificada o endeble capacidad de gobernar; asomaran por esta causa, con razón o sin ella, los ilusos; estos muy llenos de pecado que vociferan armados desde la otra orilla, lanzando granizada, truenos, y vientos huracanados, propiciando tormentas para desestabilizar.

Pero no son solo estos pecadores, sino también y con mucha mas trascendencia el mas cercano entorno de familia, que usurpa liderazgo por el asomo constante, y desmedido que quita el aliento; debilitando el piso para ganar espacios de gestion; porque el afán desmedido agrieta y empuja al promisorio gobernante,  desdibujando y ensuciando su liderazgo, y mermando su poder.

¿Qué hacer ante estos sofocones que urticaria el carácter? ¿Qué hacer para redibujar la credibilidad?

La fortaleza se da con el reinventar la gestion; con la cura personal y del entorno; con entender que no es una aventura o un sueño; sino una efervescente realidad que debe asumirse como prominente líder; que basa su gestion en la visión para competir y cumplir; sin las torpezas del entorno familiar y también de su estructura gestora.
El ser muy dialogante, comunicativo y concertador, permitirá trabajar sin dilación, en equipo y sin supeditaciones; valorando y cuantificando las diferencias; entendiendo que todo enseña y que es necesario, y muy prudente represar lo que se aprende; que el camino por andar no es una fantasía, sino metas que se pintan como grandes responsabilidades, que se agitan sobre tormentas que hay que sortear con habilidad, encaminándose libre de estas, hacia nortes seguros, manteniendo y profundizando el crecimiento sostenido; mostrándose como lo que es; el gestor elegido y abanderado del pueblo.

UNIDOS PODEMOS





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